CLAUDIA LEE GUERRERO DESDE  1981 
 CLAUDIA LEE MARASCA DESDE 1991 
       
   
  



 CLAUDIA LEE GUERRERO DESDE 1981 
 CLAUDIA LEE MARASCA DESDE 1991 


Palacio de papel


Exposición Individual en Galería Bech 
Octubre 2006 / av. libertad bernardo o`higgins 123 / Santiago / Chile



Fotografías de mobiliario doméstico, impreso en escala uno a uno en ocho pliegos de papel látex alcanzando una extensión de cincuenta y dos metro cuadrados. El papel que reviste la galería es colgado a través de unas escuadras que soportan los pliegos instalados en bastidores en sus ejes superiores, y documentan un archivo fotográfico realizado al mobiliario perteneciente a Televisión Nacional de Chile, utilizado principalmente en telenovelas.



Falla de
inscripsión

“El retrato es la imagen en medio del presente,
pero sin relación alguna con el presente”.
Sergio Rojas

La casa no es la morada, sino el lugar donde se guardan los trofeos y los secretos. Funciona, según una vieja ficción moderna, como la extensión psíquica de sus habitantes. Así, la decoración, el color, los objetos, la distribución de muebles y adornos –delatan sin intención- la gracia incierta o el esplendor vencido de hombres y mujeres acostumbrados a mirarse en un espejo sin superficie ni espacio.

La casa no es la morada, sino el refugio al que se vuelve después de entregar el cuerpo a las eróticas del capital que lo gasta –diariamente- en faenas de consumo y dolor. Pero nada se recupera y la casa sólo conserva –al igual que un museo-  imágenes de fechas y lenguas que disfrutaron de infancias exageradas por la imaginación.
La casa no es la morada, sino un número indefinido de detalles que aguardan ser reconocidos, que buscan la ocasión de entrar en las palabras y decir su nombre. Sin embargo, se deshacen antes de llegar a convertirse en verbo y, entonces, se disipan por las murallas manchándolas de fastidio. No hay monumento ni  bajorrelieve limpio, nada escapa a la suciedad del tiempo.
La casa no es la morada, sino una buena conciencia burguesa que aleja el desorden con estilo, huella y sermón. Un paisaje donde las cosas imitan a la subjetividad y celebran vagas victorias de confort, prestigio o desprecio. Los objetos estéticos cubren el mal estuco o la economía derrumbada, disecan los ornamentos y congelan las poses.
El papel del arte es cubrir y tapar, borrar los huecos que dejan los muebles al estallar de cansancio, fingir las pátinas de revestimientos sin aura y anticiparse a la vejez de la subjetividad para imponer una tradición y unos contornos.
El papel del arte es reproducir la exterioridad de los gustos, imprimirlos sobre una materia que simule la historia de una persona, darles cabida en una ilusión estética y hacernos creer en la experiencia y en el placer cuando las cosas se han naturalizado.
El palacio de papel es un simulacro, mejor aun, habla del simulacro y lo viste. Empapela la piel de un sitio sin esperanza, de un lugar sin lugar. Allí reside la soberanía de las texturas contemporáneas: no copiar ni reproducir, realizar la fantasía de ser otro en lo mismo. Mostrar la transparencia e indicar la vaciedad de las profundidades pixeladas.

El palacio de papel es un “algo” que desiste de tener una condición originaria, esa es su meta, pero Claudia Lee opera unas reglas, sigue unas instrucciones que, en apariencia, son previas y respetables para hacer más intenso el fracaso de la imagen. No hay pliegues, ni ruinas acumuladas sólo un papel limpiamente impreso sin dueño visible, fantasmática de una sociedad obsesionada con su deseo de porvenir, continuidad y respeto.
El palacio de papel es una emboscada de representaciones sin espectáculo, sin ningún temblor que avise del triunfo del arte, de su justicia crítica para afectar la armonía hueca de la realidad, no hay interés en asumir la pedantería del héroe y su moral, menos levantar al arte como un padre o una casa definitiva. Claudia Lee apuesta a la inmovilidad, a una clausura sin moraleja, a lo evidente sin conmover, pues el simulacro es el instante en que la mirada observa la desaparición de las cosas en la plenitud de su materia.

Carlos Ossa






  “Y en la sala, el piano hacía pasar los países distintos por su atención soñera, y se imaginaba que la educación de esas señoritas debía hacer sus almas más hermosas y apetecibles para el deseo del novio, y su cabeza pesaba como si el cráneo se le hubiera transmutado en un casco de huesos de plomo.” P. 282. Roberto Arlt. “Los siete locos.” Del 1929. Primera edición E. Eneida 2015. Editorial Eneida. - “El inexorable paso del tiempo se evidencia por todos los rincones para hundir cualquier expectativa consagratoria. Si algo emerge son un conjunto de indagaciones e intereses: el estatuto de la copia, el doble y el lenguaje; las iconografías populares como un inconsciente colectivo; la recolección como poética y el desecho como objeto de investigación; el juego como ética, estética y metodología de análisis.” Plano trasero del fanzine publicado e impreso para la exposición “Casi, casi me quisiste. Contramemorias de Claudia Lee”. Claudio Guerrero. “Casi una retrospectiva. Casi un juego.” Del 2021. -


“Y en la sala, el piano hacía pasar los países distintos por su atención soñera, y se imaginaba que la educación de esas señoritas debía hacer sus almas más hermosas y apetecibles para el deseo del novio, y su cabeza pesaba como si el cráneo se le hubiera transmutado en un casco de huesos de plomo.” P. 282. Roberto Arlt. “Los siete locos.” Del 1929. Primera edición E. Eneida 2015. Editorial Eneida. - “El inexorable paso del tiempo se evidencia por todos los rincones para hundir cualquier expectativa consagratoria. Si algo emerge son un conjunto de indagaciones e intereses: el estatuto de la copia, el doble y el lenguaje; las iconografías populares como un inconsciente colectivo; la recolección como poética y el desecho como objeto de investigación; el juego como ética, estética y metodología de análisis.” Plano trasero del fanzine publicado e impreso para la exposición “Casi, casi me quisiste. Contramemorias de Claudia Lee”. Claudio Guerrero. “Casi una retrospectiva. Casi un juego.” Del 2021. -