CLAUDIA LEE GUERRERO DESDE  1981 
 CLAUDIA LEE MARASCA DESDE 1991 
       
   
  



 CLAUDIA LEE GUERRERO DESDE 1981 
 CLAUDIA LEE MARASCA DESDE 1991 

Duerme



Exposición Colectiva Aprox. MAC Quinta Normal del Magíster de Artes Visuales U. de Chile
Diciembre 2007 / Matucana 464 / Santiago / Chile


Instalación de dos sacos de dormir, texto y fotografías. La obra documenta el devenir del saco de dormir impreso con la textura de césped que es donado a un indigente de la calle Pocuro, Santiago. Más un saco blanco construido para el museo.



Proyecto



invitación




“Duerme” es el primero de una serie de trabajos pensados para que ocurran en una única instancia de aproximación: aquella basada en la entrega de un regalo. Regalo que intenta generar cierto conflicto en aquél a quién le es donado. Por un lado, pretende satisfacerle alguna necesidad, por el otro, lo evidencia y descubre en su falencia.

El objeto entregado para este primer trabajo, fue pensado persona que habite el espacio público. Consistió en un saco de dormir cuyas medidas fueron las correspondientes al tamañon de una cama (1.80 x 90 cm.). Presentaba impreso un registro fotográfico a escala 1:1 de un fragmento de pasto sobre tela banner , la cual podía ser expuesta al sol sin sufrir cambios en su tonalidad, haciendo viable su utilización.

La cercanía que puede brindar un regalo está dad, en cierta medida, por su relevancia para quién lo recibe.

En este sentido, la elección del saco camuflado no es casual: es la elección de un regalo que consiste en una habitación portátil. Es regalar el sentimiento de pertenencia a un lugar definido, a un Hogar.

El 8 de noviembre de 2007 se dio la primera aproximación de este regalo, ofreciéndoselo a un vagabundo que frecuenta la zona de Amapolas con Pocuro.

En dicho lugar, el vagabundo suele dormir en el pasto.
De ahí la elección del estampado para el saco: se busca generar un sentimiento de identificación y pertenencia con el objeto, de modo que quién lo recibe lo entienda como suyo, y la aproximación por medio del regalo se complete de forma satisfactoria.

Al entregársele el saco de dormir, el vagabundo no quiso aceptarlo, pues alegaba que éste hacía “mucho bulto”. Además, agregó que pasaba las noches en el Hogar de Cristo, por lo que el regalo se volvió inútil, recobrando su estado de objeto artístico. De todos modos, aceptó tomarse una fotografís, a cambio de dinero. Más tarde, con la paga recibida, se dirige a una botillería.
Este rechazo al regalo impostado y la posterior aceptación del trueque (ojo porque trueque no es, porque hay una compra venta) del dinero por una fotografía, actuó acentuando la ironía que había desde un principio en este trabajo: terminó revirtiendo el significado de un obsequio hacia su opuesto, el intercambio.

El saco pensado para ser regalado acabó instalado en un espacio neutro, como lo es el de una exposición. Un lugar inesperado al momento de planear este trabajo. Es esa posibilidad de pérdida de control en cuanto a su destino, donde radica la importancia de este proyecto.

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21 de Diciembre, 2007





“Saco de dormir protagoniza envolvente muestra fotográfica”


La autora ha retratado a un individuo que simula dormir dentro de un adminículo estampado que se mimetiza con el césped.


Jazmín Lolas E.


El  recién pasado 8 de diciembre fue extraordinariamente distinto para un indigente que vive en una de las esquinas de la calle Amapolas. La artista Claudia Lee, quien había observado su rutina durante un tiempo, fue a verle ese día para presentarle un presente: un saco de dormir cuyo estampado imita el pasto de parques y plazas, diseñado y confeccionado con sus propias manos. El vagabundo rechazó el regalo, pero aceptó, en cambio meterse al saco y posar para su visitante. Lo único que pidió por servir de modelo fue un pago de dos mil pesos.

Las fotografías que la autora tomó en esa inusual sesión se exhiben desde hoy en el museo de Arte Contemporáneo de la quinta Normal (Matucana 464), dentro de la exposición colectiva Aprox (ver recuadro).

La artista ha separado en dos su mini montaje. Duerme nº 1 incluye las imágenes -16, en total donde aparece el indigente junto a sus escasas pertenencias y enfrentando la cámara, en distintas poses, dentro de la bolsa de dormir que Claudia Lee hizo especialmente para él. El mullido adminiculo también se expone. Duerme nº 2, en tanto , consiste en otro saco, pero completamente blanco, que casi se confunde con la pared del mismo color a la que está adherido.

“Este trabajo corresponde a una tarea y el punto de partida era el uso de objetos con los que uno puede habitar la ciudad. Luego la pobra derivó al hecho de que yo le regalaría ese objeto a alguien, adivinando sus deseos y necesidades. Pensé en un indigente, qué mejor ejemplo de un habitante de la ciudad, pero él no quiso el saco, finalmente”, cuenta la artista.

-¿Por qué no lo quiso?


-Porque dijo que no lo necesitaba, que duerme en el Hogar de Cristo y qué era mucho bulto para él. Le puso “la ruca móvil”. Yo estaba convencida de que lo iba a aceptar, pero él tiene apenas unas cuantas cosas y eso es todo lo que quiere cargar en la vida, aparentemente.

-¿Fue un buen modelo, por lo menos?


-Absolutamente. Yo estaba algo atemorizada, porque no quería invadirlo o molestarlo. Mientras tomaba las fotos, la gente pasaba y miraba feo, como reprochándome: “Éstas tomadole fotos a un vagabundo en un saco”. La gente se altera un poco, tienden a proteger a quienes viven la calle, entre comillas, porqué después de todo es probable que no tenga familia ni nada.

Dentro del saco estampado, el indigente pareciera  querer confundirse con el pasto de la plazoleta en la cual pasa sus días, cómo si fuera un cazador o un soldado camuflado. La luz de las fotografías, sin embrago, permite ver la diferencia entre estampado y césped.

“Era de día, así que era difícil que se produjera el efecto camuflaje. Me interesa el tema de la simulación, en todo caso, sobre todo en relación a cómo la publicidad limpia los espacios, los cambia y manipula”, explica Claudia Lee.


  “Y en la sala, el piano hacía pasar los países distintos por su atención soñera, y se imaginaba que la educación de esas señoritas debía hacer sus almas más hermosas y apetecibles para el deseo del novio, y su cabeza pesaba como si el cráneo se le hubiera transmutado en un casco de huesos de plomo.” P. 282. Roberto Arlt. “Los siete locos.” Del 1929. Primera edición E. Eneida 2015. Editorial Eneida. - “El inexorable paso del tiempo se evidencia por todos los rincones para hundir cualquier expectativa consagratoria. Si algo emerge son un conjunto de indagaciones e intereses: el estatuto de la copia, el doble y el lenguaje; las iconografías populares como un inconsciente colectivo; la recolección como poética y el desecho como objeto de investigación; el juego como ética, estética y metodología de análisis.” Plano trasero del fanzine publicado e impreso para la exposición “Casi, casi me quisiste. Contramemorias de Claudia Lee”. Claudio Guerrero. “Casi una retrospectiva. Casi un juego.” Del 2021. -


“Y en la sala, el piano hacía pasar los países distintos por su atención soñera, y se imaginaba que la educación de esas señoritas debía hacer sus almas más hermosas y apetecibles para el deseo del novio, y su cabeza pesaba como si el cráneo se le hubiera transmutado en un casco de huesos de plomo.” P. 282. Roberto Arlt. “Los siete locos.” Del 1929. Primera edición E. Eneida 2015. Editorial Eneida. - “El inexorable paso del tiempo se evidencia por todos los rincones para hundir cualquier expectativa consagratoria. Si algo emerge son un conjunto de indagaciones e intereses: el estatuto de la copia, el doble y el lenguaje; las iconografías populares como un inconsciente colectivo; la recolección como poética y el desecho como objeto de investigación; el juego como ética, estética y metodología de análisis.” Plano trasero del fanzine publicado e impreso para la exposición “Casi, casi me quisiste. Contramemorias de Claudia Lee”. Claudio Guerrero. “Casi una retrospectiva. Casi un juego.” Del 2021. -