Del catartiforme
Exposición Colectiva sesiones condór
Palacio alamo
Agosto 2019, Santiago de Chile
Estructura de fierro negro de 1,40 mt alto por 2,03 mt de largo con 3 repisas de vidrio en la cual se desplegaron 15 placas de petri con egagrópilas de diversos cóndores, las que se encuentran sobre trípodes de laboratorio metálico de color negro.
Al costado de la repisa se encuentra un registro fotografías con las 15 muestras de las egagrópilas. En un segundo recuadro se especifica el contenido de cada una de las 15 egagrópilas.
Este trabajo resultó ganador del concurso organizado por Alto del Carmen y One Moment Art.
“Del Catartiforme”
Para este proyecto, cuyo fin es trabajar el ícono del Alto del Carmen el Cóndor, se realizó una investigación a partir de la corporalidad de los Cóndores que habitan en la región Metropolitana de Chile. A partir de esto se trabajó con la Medico Veterinaria Melania Duclos, quien se encuentra actualmente desarrollando un Doctorado en Medicina de la Conservación especializándose en el Cóndor. A partir de lo anterior, es que se presenta mi interés por desarrollar investigaciones de los materiales y sus posibles transformaciones en torno a la descomposición y cómo esto puede dialogar en cuanto obra de arte con organismos que tiene vida y también decadencia. Fue allí que Melanie Duclos me mostró una parte importante de su investigación en donde había reunido una cantidad impresionante de objetos denominados egagrópila, que puede encontrarse en la región metropolitana, en la zona de Til-Til, donde muchos cóndores habitan, lugar donde Melanie desarrolla actividades de captura específica de estos objetos, dentro de estudios de compensación de impactos ambientales y de conservación de fauna y ecosistemas intervenidos.La egagrópila es una bola de alimento no digerido que regurgitan algunas aves terrestres, sobre todo rapaces que suelen ser compuesto de pelos, huesos, plumas esta vez también se encuentran cubiertos de objetos como dinero, plásticos y otras sustancias propias de escenarios actuales en donde la contaminación se hace parte de nuestra corporalidad y de los animales cada vez con con mayor intensidad.
A partir de estas observaciones, es que para la presente convocatoria se buscó desarrollar una propuesta de obra que contenga una cantidad importante de egagrópilas denominándola “Del Catatriforme”; el catatriforme es del grupo de aves rapaces carroñeras a la pertenece el Cóndor, que se alimenta de carne en putrefacción, y que están presentes en gran parte de América Latina.
El trabajo se enfocó en dar cuenta de la presencia de las egagrópilas en la corporalidad del cóndor y como esto puede visibilizar las estructuras químicas y bioquímicas que habitan en su cuerpo.
La obra se compuso a partir de 15 egagrópilas que fueron entregadas por la veterinaria Melania Duclos con las cuales comenzó y continuó el proceso de investigación y diseño de obra, de la siguiente manera:
En primera instancia al centro del montaje, se construyó en una estructura de fierro negro (1,40 mt alto por 2, 03 mt de largo) con 3 repisas de vidrio en la cual se desplegaron 15 Placas de Petri (recipiente de vidrio redondo compuesto por dos instancias para guardar y proteger muestras biológicas) cada una de las muestras se instaló sobre un trípode (de laboratorio) metálico de color negro, que contienen las egagrópilas, para de esta forma observar directamente los distintos elementos que digieren los cóndores.
En una segunda instancia de la instalación en cada uno de los costados de la estructura metálica, se desarrollaron con los objetos encontrados un registro de uno a uno para generar un fotomontaje con las 15 muestras de las egagrópilas. Para en un segundo recuadro especificar el contenido de cada una de las 15 egagrópilas, numerando cada una de las fotos con su respectiva conformación. Este segundo proceso es resultado de la observación a través de un microscopio, donde la médico veterinaria Catalina Silva (quien actualmente desarrolla una identificación de especies chilenas a nivel microscópico para el estudio de dieta de especies silvestres), distinguió cada uno de los elementos naturales y artificiales de cada una de las muestras.
En la aparición de un cuerpo que remite a otro, es que la figura del cóndor aparece con un segundo cuerpo que se desprende de su propia corporalidad, las egagrópilas son ese cóndor que se desplaza en desechos, que materialmente surge como alteridad artificial ante su cuerpo natural. Esa artificialidad que surge desde el cóndor, se lee como ficción contemporánea de la contaminación y las condiciones socio ambientales de la actualidad de nuestro planeta. Esta realidad que parece ser ficción, encuentra en la materialidad corporal de cada uno de estos animales un relato y vestigios del habitar del cóndor en su ambiente inmediato. Esa navegación del cóndor por la cordillera de Los Andes que cruza gran parte de nuestro continente, nos muestra las contradicciones de nuestro territorio, la condición de nuestra flora y fauna y cómo el desecho como objeto forma parte hoy de ese paisaje.
Del catartiforme entonces es un proyecto que se trabajó desde la figura y corporalidad del cóndor, en cuanto animal imponente y de gran escala, develando sus procesos en detalles físicos objetuales y de análisis microscópico a partir de su alimentación, emplazamiento, movilidad que nos abre hacia un contraste de realidades que transita entre lo artificial y lo natural. En palabras de Deleuze y que es uno de los principales intereses de esta investigación y obra, la idea es poder representar “la sustancia” e introducir una pregunta motivada por la urgencia de desplazar la primacía de la mirada, el contraste del animal y sus desechos.
Octubre 2019
Claudia Lee Marasca/Claudia Lee Guerrero
Registro de Alexis Llerena