CLAUDIA LEE GUERRERO DESDE  1981 
 CLAUDIA LEE MARASCA DESDE 1991 
       
   
  



 CLAUDIA LEE GUERRERO DESDE 1981 
 CLAUDIA LEE MARASCA DESDE 1991 

De fábula


EXPOSICIóN COLECTIVA L`ÓREA GALERÍA METROPOLITANA INSTALACIÓN ACTUAL DE LA IGLESIA PENTECOSTAL
OCTUBRE 2005 / FÉLIX MENDHELSSON 2941 / Pedro aguirre cerda / SANTIAGO / chile
OCTUBRE 2005 - en adelante / FÉLIX MENDHELSSON 2955 / Pedro aguirre cerda / SANTIAGO / chile

Montaje de una caja de luz que contiene una impresión digital en tela PVC Backlight de dos metros cuarenta por cuarenta centímetros, de un montaje fotográfico realizado sobre un registro de la calle Félix Mendhelsson donde se encuentra la Galería Metropolitana. El fotomontaje es realizado insertando materialidades y objetos típicamente representativos del barrio alto de la ciudad de Santiago.



Texto de Carlos Ossa:

Montaje y sustitución

El margen es una figura o discurso sobre lo otro. Anuncia resistencia, descuido o pérdida y, gracias a esta condición se torna desvío histórico, estrategia de texto o descalce estético, pues comentarlo se vuelve un dato crítico y contrahegemónico. L’oréa, la obra colectiva de Terc-Miranda-Lee-Allende, sin embargo no trabaja el margen sino que se hace parte del mismo desde el montaje y la sustitución de palabras, paisajes, estilos pictóricos y retóricas publicitarias. L’Oréa usa contextos como tema, pero desfigura su relato básico para colocar en ellos un ruido, el equívoco polisémico o la renuncia a la experiencia distanciada.
El hilo transversal del proyecto, que lo ata y también lo desarma, es representar la vacilación permanente del discurso estético cuando enfrenta la cultura popular masiva. En la confrontación de ambos espacios se hace notar la falta del límite solemne y además la continua movilidad de los signos, entonces se resta el sitio aurático que la institución reclama para el arte y su regla. La comunicación, por su parte, donde parece haber sólo chantaje y zozobra, es el nicho donde L’Oréa, pone una imagen que desplaza y arruina el eco del gusto o el bien, elimina la separación entre lo fino y lo ramplón para indicar el accidente constante entre estética y publicidad. Al final, sólo quedan las huellas del significante para mostrar reapropiaciones vencidas, objetos arrimados en la mundanidad y ficciones de representación que no ocultan la impostura, sino afirman la explicitez del detalle fracasado.
La simulación es el principal recurso de los trabajos, pero no se trata de una operación ingenua de disfraz que –finalmente- revela su acto para salvar al arte de la contaminación de lo técnico. Al contrario L’oréa no es absorbido por la cita medática o cultural que nombra; se conserva contra ella y al mostrar que el símbolo estético no es puro (pretensión burguesa), instala una burla sobre el propio margen que habita y produce. El arte no es autónomo ni soberano, sino parodia y confusión. El cadejo visual y semántico que el título del proyecto lleva confirma este supuesto.
El lenguaje que resulta de la exclusión y la cárcel (el coa) envuelto en la tipografía de una marca cosmética (L’oreal) que un colectivo de arte fabrica para divertirse con esta sinonimia farsesca, invalida el lugar propio y de alguna manera permite una legítima impugnación. Sin embargo, no hay deseo de corregir el signo, más bien acentuar en su repetición el resto de identidad de lo mismo que éste mantiene. Así el soporte técnico convoca y retiene el nudo simbólico de L’oréa, es decir invadir el símbolo con diversas tácticas instrumentales que acentúan la patraña y, a su vez, la desmienten porque intentamos ver el saldo no arrasado por la técnica. Un acto de fingimiento desilusionado atraviesa a las propuestas, intentan desprenderse del formato institucional y a la vez no esperan resolver nada, sólo constatar, ver, sapear, lorear, cachar. Atisban desde un horizonte precario como el cómplice que debe dar aviso...
L’oréa, trabaja sobre una anomalía que la condición fáctica del lenguaje permite: el contexto pone un malentendido en el significado y éste describiéndolo pretende no anular su efecto, sino potenciarlo. El proyecto expone todo a la multiplicidad de sentidos inconclusos, a negatividades cansadas con las estrategias, pero que sin embargo son la base de cada uno de los trabajos en juego.

Carlos Ossa









  “Y en la sala, el piano hacía pasar los países distintos por su atención soñera, y se imaginaba que la educación de esas señoritas debía hacer sus almas más hermosas y apetecibles para el deseo del novio, y su cabeza pesaba como si el cráneo se le hubiera transmutado en un casco de huesos de plomo.” P. 282. Roberto Arlt. “Los siete locos.” Del 1929. Primera edición E. Eneida 2015. Editorial Eneida. - “El inexorable paso del tiempo se evidencia por todos los rincones para hundir cualquier expectativa consagratoria. Si algo emerge son un conjunto de indagaciones e intereses: el estatuto de la copia, el doble y el lenguaje; las iconografías populares como un inconsciente colectivo; la recolección como poética y el desecho como objeto de investigación; el juego como ética, estética y metodología de análisis.” Plano trasero del fanzine publicado e impreso para la exposición “Casi, casi me quisiste. Contramemorias de Claudia Lee”. Claudio Guerrero. “Casi una retrospectiva. Casi un juego.” Del 2021. -


“Y en la sala, el piano hacía pasar los países distintos por su atención soñera, y se imaginaba que la educación de esas señoritas debía hacer sus almas más hermosas y apetecibles para el deseo del novio, y su cabeza pesaba como si el cráneo se le hubiera transmutado en un casco de huesos de plomo.” P. 282. Roberto Arlt. “Los siete locos.” Del 1929. Primera edición E. Eneida 2015. Editorial Eneida. - “El inexorable paso del tiempo se evidencia por todos los rincones para hundir cualquier expectativa consagratoria. Si algo emerge son un conjunto de indagaciones e intereses: el estatuto de la copia, el doble y el lenguaje; las iconografías populares como un inconsciente colectivo; la recolección como poética y el desecho como objeto de investigación; el juego como ética, estética y metodología de análisis.” Plano trasero del fanzine publicado e impreso para la exposición “Casi, casi me quisiste. Contramemorias de Claudia Lee”. Claudio Guerrero. “Casi una retrospectiva. Casi un juego.” Del 2021. -